La crema de calabaza y zanahoria es un plato exquisito y colorado que nos quita de muchos apuros: se puede preparar en grandes cantidades para después congelarlo o guardarlo en la nevera durante varios días. Es una sopa que le gusta a todo el mundo, incluso a los niños, y se puede tomar caliente o fría.
En esta receta hemos usado poco aceite para que resulte más ligera. Queda perfecta si se le añade un chorrito de aceite en crudo después de emplatar.
Es ideal para acompañar un segundo plato, como primer plato o como plato único, sobre todo si se le añade una fuente de proteína. De hecho, esta receta básica es apta para todos (es vegana y sin gluten) y puede ser personalizada de mil maneras.
A nosotros nos gusta acompañarla de un huevo poché, pero hay muchas opciones.